Porque una mujer que se baila la vida no es aquella que domina cada paso, sino la que, frente a la adversidad, elige la victoria.

No porque todo salga perfecto, sino porque se niega a ser víctima de las circunstancias.

Encuentra su felicidad en la libertad del perdón y en su capacidad de amar con pasión, sabiendo también cuándo poner límites. Es una mujer que no pierde tiempo criticando a otras, porque reconoce su valor. Se enfoca en sus dones y los lleva al máximo.

Así, se convierte en inspiración.

Comparte su luz, su fuerza, y pone al servicio de otros los regalos que Dios le dio.

Hoy, al decirle sí a bailarte la vida, celebramos tu decisión.
Este espacio es para ti, para que disfrutes, seas y dejes ser.

Gracias por confiar en nosotras.